
“¿Cómo podemos esperar que los niños, niñas y adolescentes tomen los derechos humanos en serio y ayuden a construir una cultura de derechos humanos, mientras nosotros los adultos no sólo persistimos en abofetearlos, zurrarlos, golpearlos y azotarlos, sino que de hecho defendemos
esta violencia diciendo que es ‘por su propio bien’? Golpear a lxs niñxs no es solamente una lección de mal comportamiento; es una poderosa demostración de desprecio por los derechos humanos de personas más pequeñas y más débiles.”
Informe Mundial sobre la Violencia. 2006