1. Las personas adultas suelen generar un perfil falso en una red social, sala de chat, foro, videojuego u otro, en donde se hacen pasar por una chica o chico, y buscan establecer contacto, y entablar una conversación y generar una relación de amistad y confianza con la niña o niño que quieren acosar.
2. Recopilan información sobre sus gustos, preferencias e intereses con el propósito de acercarse a ellas o ellos, ofreciendo consejos y regalos. De a poco van introduciendo temas más íntimos. Los chicos y chicas creen que han encontrado una o un amigo que los entiende, se sienten contenidos por estas personas y por el vínculo inicial que les proponen.
3. Una vez establecida la confianza, el adulto suele pedirle que le envíe una foto o un video de índole sexual. Cuando lo obtiene, puede manipular y chantajear a la niña, niño o adolescente con hacerlo público si no accede a enviar más videos o fotos, o a un encuentro personal.
4. También pueden existir casos en los que no se haya entablado una relación previa, sino que el acosador logra tener fotos o videos sexuales de los chicos y chicas mediante la obtención de contraseñas o hackeo de cuentas. Con el material sexual o erótico en mano, puede extorsionar al chico o chica con mostrarlo si no se le entrega más material o accede a un encuentro personal. En este caso el material es obtenido a la fuerza, y la niña o niño acosado puede no saber cómo se obtuvo.
Cualquier niña, niño o adolescente puede ser víctima de violencia en los medios virtuales, independientemente de su edad, género y nivel sociocultural.
UNICEF 2020